Una pareja de ancianos entró a un local de Mac Donalds y se sentó junto a una mesa donde unos jóvenes estaban cenando.
El anciano se acercó a la caja e hizo su pedido. Luego, desenvolvió la hamburguesa, la cortó por la mitad y puso una mitad junto a su esposa. Con mucho cuidado, contó todas las papas fritas e hizo lo mismo. Metió dos pitillos dentro del refresco y lo puso entre él y su esposa.
El anciano empezó a comer su media hamburguesa, la gente, se los quedó mirando con compasión.
Un joven se les acercó, y educadamente les ofreció comprarles otra ración de comida.
Él anciano, respondió que no se molestara, que estaban acostumbrados a compartirlo todo.
La gente, se dió cuenta de que la anciana no había probado bocado, solo miraba como comía su marido, y de vez en cuando, bebía un poquito del refresco.
El joven se acercó otra vez y les repitió su oferta.
Esta vez fue la anciana la que le explicó que no, que ellos estaban acostumbrados a compartir todo.
El joven le preguntó a la anciana:
- "¿Y ud… que está esperando?."
- "Los dientes…"
2 comments:
ja...ja... que bueno aveces hay que compartir las cosas pero llegara esos extremos que va... no le llego...
saludos pollo...
Ja.. ja...ja...ja.....ja....ja...ja.... muyyy buenoooo....ja...ja....ja... se pasaaaaa.....ja....ja...ja...
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